Por CIRO CASTILLO

Normalistas: se acabó la fiesta

A quienes no los calienta ni el calorón de Tuxtla son los líderes de las
normales: Mactumatzá, Jacinco Canek y Larráinzar. Estaban
acostumbrados a hacer su santa voluntad y recibir “apoyos” a manos
llenas.
Han querido presionar al gobernador Rutilio Escandón Cadenas,
cometiendo actos vandálicos en oficinas de Educación y la Función
Pública, pero se han topado con pared. Apenas anoche, mientras
terminábamos de escribir se supo que los normalistas incendieron
un “Conejobús” en la Calzada al Sumidero de Tuxtla Gutiérrez;
aunque estos fueron normalistas del Estado ¿a qué creen que están
jugando estos muchachos malcriados?
El gobierno les ha advertido: todo mediante la ley y el diálogo, pero
nada bajo presión.
El secretario de Gobierno, Ismael Brito Mariegos, es quien se ha
fajado los pantalones ante los “angelitos” y ha tenido que hablar
fuerte cuando es necesario.
Los normalistas no pueden alegar falta de diálogo porque han sido
atendidos al menos una decena de veces por el encargado de la
política interna o por autoridades educativas.
Quieren todo “peladito y en la boca”: plazas automáticas para cada
uno de los egresados; sin embargo, éstas ya no están permitidas en
la ley.
Lo que se les olvida a los “muchachos”, quienes siguen rascándole
las costillas al tigre con actos vandálicos, condenables por donde se
quiera ver, es que ya reciben 2 mil pesos mensuales por alumno a
modo de beca, alimentación diaria, material de cómputo, material
de oficina, uniformes y mantenimiento de sus camiones.
Un solo ejemplo, al año la Normal Mactumatzá, ubicada en Tuxtla,
recibe 34 millones de pesos. ¿Qué más quieren? ¿O sus actos
vandálicos tienen un trasfondo?

Normalistas: se acabó la fiesta